¡Vas a ser madre, vas a ser padre! Cuantos sentimientos, pensamientos y sensaciones vienen con esta extraordinaria noticia: felicidad, emoción, ansiedad, temor, miedo… Y con el tiempo llega el momento de tomar decisiones: ¿qué nombre le vamos a poner? ¿cómo vamos a educarlo/la? alimentación, presupuesto… ¿en donde va a dormir? ¿Dormirá en una cuna? ¿En la cama con la mama? Hoy hablaremos sobre las cunas, su evolución, y que cosas deben tener en cuenta siempre al momento de escoger una.
Uno de los libros más conocidos a nivel mundial, nos cuenta como desde esa época (siglo XIV antes de Cristo) los bebes dormían en arcas o cofres de madera. Este libro es la Biblia, el Éxodo relata: “Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río”. Desde esa época, las cunas han venido evolucionando.